viernes, 25 de octubre de 2013

La proporción áurea en el arte.

Los rectángulos áureos son aquellos cuyos lados están en proporción áurea, es decir, el cociente entre su lado mayor y su lado menor es igual al número de oro.
Si cortamos un cuadrado cuyo lado sea el lado corto del rectángulo obtenemos un rectángulo semejante al original, es decir, tiene las mismas proporciones.

Da Vinci utiliza esta proporción en sus obras, la aplicación más directa que hace de estas proporciones la encontramos en “La Mona Lisa”. En esta obra podemos encontrar la relación áurea en las proporciones del cuadro en las dimensiones del rostro, en el espacio que hay entre el cuello  la mano en el que hay entre el escote del vestido y el final de la mano.



Da Vinci también utilizó la proporción áurea como un reflejo de la proporción humana. Establece que las proporciones del cuerpo humano son perfectas cuando el ombligo divide a cuerpo en modo áureo y es a la vez el centro de la circunferencia que lo circunscribe.

Espiral de Durero

Una vez construida la sucesión de rectángulos áureos encajados, si unimos mediante un arco de circunferencia los vértices opuestos de cada uno de los cuadrados obtenidos, utilizando como centro de la misma otro de los vértices del mismo cuadrado, obtenemos una aura similar a una espiral logarítmica, es la famosa “espiral de Durero”.



Marta López y Ana Jiménez







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